martes, 29 de agosto de 2017

Misión Nueva Pompeya, 29 de agosto de 2017.

Considero oportuno reiterar esta nota, ya publicada en el año 2011.

“HABEMOS CACIQUES, Y MUCHOS. PERO INDIOS, POCOS” y la condena cultural.
Principios y fines de los años ’80, los verdaderos líderes naturales salieron de distintas comunidades invocando derechos humanos universales y acordaron alzarse a declarar la creación de una ley aborigen (Nº 3258), de igual forma con la Constitución Nacional y Provincial, con espíritu y pensamiento de los pueblos originarios del gran chaco, y fundar una legislación basada en la tradición y cosmovisión ancestral en salvaguarda al crecimiento multicultural y sapiente de la humanidad.
Los líderes naturales se fortalecen de formación existencial y vivencial. Son los que hicieron posible la existencia y la indocilidad al genocidio, la vigencia y perpetuidad de los pueblos originarios. Ser Líder natural no es una embestidura que se pueda comprar ni vender, se adquiere, se nace por propia naturaleza. Su accionar es legítimo, sabio y universal. El líder natural enseña la verdad, acompaña y termina diciendo “que se haga tu voluntad, y que Dios te acompañe”, con sincero espíritu, corazón y mente.
Hoy, los dirigentes, representantes, ó referentes políticos es la oposición a los líderes naturales. Sin generalizar porque hermanos no indígenas han dado sus vidas por nuestra causa, sin desmerecer, ni emitir juicios, es oposición solo porque están influenciados, dilapidados y viciados por la lógica no indígena cargada de discriminación, genocidio, belicosidad y hostilidad. Muchas veces, se es dirigente, representante, ó referente político por la prelación de servir a políticos, partidos políticos, partidarios y/o partidistas, muchas veces con la mochila vacía, traicionando al mandato original. En ocasiones no responde fielmente al mandato social de las comunidades aborígenes, omite respaldo y priorización de políticas para el sector. Se convierten en recursos ó insumos necesarios adicionales de posicionamientos para políticos y partidos y se evidencian en momentos electorales.
Los pseudo líderes se conforman y se alegran por reconocimientos y elogios de sus patrones, ó padrinos que con limosnas los mantienen alejados de toda lógica e idiosincrasia de los pueblos originarios. No solo en la acción sino que en las proclamas tergiversan hasta el extremo de negar y de ocultar realidades que afectan a las comunidades. El periodismo y muchos medios han difundido muchas situaciones. Afirma que todo está bien, que lo que se denuncian, como el hambre, la extrema pobreza, la marginación entre otras realidades que están enquistados en las comunidades, responde a intentos de desestabilización y carentes de fundamentos. Difaman, calumnian e injurian a los líderes naturales, que no perciben pagos del estado ni de políticos, situándolos en desventajas, relegados y silenciados.
Los pseudo lideres representa el manifiesto de intereses ajenos, complacientes todos con los dominadores, usurpadores, manipuladores y al fin la conquista. Prevalece la apropiación de todas formas de manipulaciones, estrategias y maniobras, que a la hora de ir detrás de intereses propios y ajenos ponen en ejecución prácticas insolentes.
Toda forma de eliminación social selectiva y extractiva, de infraestructura, norma legal o administrativa que vulneran derechos de los pueblos originarios reafirma el modelo actual de políticas unilaterales e insustanciales que perjudica a los Pueblos Originarios, la sociedad en su conjunto, sustentando riesgoso paternalismo y modelo de discriminación y genocidio silencioso.
Se invoca aquí la verdadera voz de los pueblos originarios para la autodeterminación, libertad e independencia como aporte a la evolución, que no alcanza, en este tiempo especial de Semana de los Pueblos Originarios.
"Elige un enemigo grande y esto te obligará a crecer para poder enfrentarlo. Achica tu miedo porque, si él crece, tú te harás pequeño", me dijo el Viejo Antonio una tarde de mayo y lluvia, en esa hora en que reinan el tabaco y la palabra.
“Habemos Caciques, y muchos; pero indios, pocos”.


Zenón González- Movimiento Wichí, Por la Dignidad, Justicia y Paz-Misión Nueva Pompeya-Chaco-Argentina.

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