miércoles, 3 de octubre de 2012

HERMANA GUILLERMINA, LA MONJA GUERRILLERA

Misión Nueva Pompeya, 4 de octubre de 2012.

Hermana Guillermina, la monja guerrillera
A propósito del 12 de octubre, buscando notas, informaciones; en una desesperación por reunir más materiales para las clases con mis alumnos del Paraje Pozo El Toba, encontré algunas fotos de la época de la Hermana Guillermina; no es un tema menor tratándose de una época en que el Pueblo Wichí de Misión Nueva Pompeya parecía recuperar sus esperanzas ante desesperanzas,  sueños ante tantas frustraciones…
La Hermana Guillermina llegó a Misión Nueva Pompeya en la década del año ’70. Levantó en tan poco tiempo las ruinas de la maravillosa obra que dejaron los Padres Franciscanos hace más de cien años atrás. Esta obra que consiste en un enorme edificio conocido como “la misión”.
-¿Adónde vas hermano?, preguntaban. –Voy yendo a “la misión”. Todos decían “la misión”. Pocos sabían que después se llamaba efectivamente Misión Nueva Pompeya.
Haciendo un poco de historia. Cuentan los antepasados que aquí había de todo; era un lugar para la tarea evangelizadora, pastoral y religiosa, pero también un gran centro productivo. Estaba activa la economía local y regional. A través de las enseñanzas de los Padres Franciscanos, había producción, agricultura, ganadería, cultivo de frutas, pescadería mediante grandes reservorios,  redes de distribución de agua potable para consumo humano y un innovador sistema de riego. Aquí había escuelas, donde los pobladores aprendían a leer y escribir, hubo fábricas, se cultivaba trigo, arboles frutales, además del cultivo de algodón, hubo producción telas, de lana, artesanías, orfebrería, herrería, y muchas cosas más. Se importaba y exportaba la producción local y regional. En una época, la vivencia y convivencia era intercultural y bilingüe por cuanto que los criollos se unían a las comunidades y trabajaban aportando al progreso y desarrollo de la zona. Así muchas cosas más que ya no se cuentan.
Pero, también hubo momentos de terror. El pueblo wichí tiene su historia más triste y dolorosa de despojo, matanza, genocidio y expulsión. Con “la misión” totalmente saqueada, los criollos y blancos insurgentes convertían la capilla en un chiquero, donde se guardaban los chanchos, en una parte era un gallinero y almacén donde se vendían variadas mercaderías, e incluso se ofrecían en venta los bienes de “la misión”. Las familias wichí expulsadas, maltratadas, discriminadas y sometidas a condiciones extremas e infrahumanas. Hombres esclavos y mujeres abusadas, sometidas. De los niños se habla poco, pero también muchos desaparecieron.   Los criollos y blancos sediciosos, la complicidad de los militares y su campaña al desierto en nombre de la civilización y el progreso, con mentiras y descalificaciones convenciendo al Poder Central, iban despojando todo a su paso sembrando destrucción,  muerte, desolación y miles de desaparecidos.
La Hermana Guillermina,
Con este panorama sombrío y profundas huellas de la injusticia, de la acción hitleriana, se encontró la Hermana Guillermina al llegar a Misión Nueva Pompeya. Motivada por sus convicciones empezó de inmediato a juntar a muchos hombres y mujeres wichí. Muchos wichí cuando tomaron conocimiento que entraron blancos a “la misión”, temiendo lo peor se fueron del lugar y no se supo nunca más de ellos hasta más ahora.
De la mano de la Hermana Guillermina, se destaca el trabajo cooperativo, el aprovechamiento sustentable de los recursos existentes, como así también es bien recordado la escuela en las comunidades, en los lugares de trabajo. Es decir cuentan que a la hora del descanso de los obreros, se acercaban maestros y maestras a enseñar a leer y escribir hasta en los obrajes. También los educadores iban a las comunidades y enseñaban en los parajes. Fue una  época en que se trajeron e incorporaron nuevas maquinarias, herramientas manuales, eléctricas y mecánicas. Muchos wichí aprendían la mecánica del automotor, carpintería, e incluso constructores.
De todas maneras, la historia se repetiría años después. En pleno momento de progreso y desarrollo la Hermana Guillermina y su equipo tenían muchas dificultades para avanzar en su  proyecto. Los militares en varias oportunidades, muy seguidas, venían a inspeccionar “la misión”, a realizar consultas. La Hermana Guillermina, en sus últimos años hizo muchas gestiones acompañada por dirigentes wichí. Realizó muchos viajes a Resistencia, a Buenos Aires y muchos otros lugares dentro y fuera del país. Sufrió hostigamiento, hostilidades, fue objeto de persecuciones y acusaciones, perseguida, amenazada a tal punto que había contratados para terminar con ella. Tenía constantemente compañía de muchos wichí que la protegían permanentemente. Luego de unos años ante una inminente orden de detención acusada de revolucionaria, revolución y guerrillera, por parte del Poder Central, la Hermana Guillermina se fue del lugar, temiendo lo peor que era más que obvio la detención y un destino incierto, dejando un mensaje de lucha, de libertad e independencia. Así se fue la Hermana Guillermina muy recordada.
Tuve la oportunidad de dialogar con ella luego de más veinte años, de manera muy breve. En su visita, muy escoltada, no por militares sino políticos que no desaprovechaban ninguna oportunidad para las fotos. En su breve visita, muchos wichí que estuvieron muy cerca y la acompañaron en toda su lucha no pudieron acercarse ni a saludarla, fueron silenciados nuevamente. Así pasó y no se la volvió a verla.
Progreso y desarrollo, libertad e independencia. Primero los Padres Franciscanos, luego la Hermana Guillermina, siempre un mismo comienzo y triste final.
Progreso y desarrollo, libertad e independencia. Primero los Padres Franciscanos, luego de la Hermana Guillermina, y actualmente los Hermanos Maristas siempre un mismo comienzo y triste final.

Desde los años ’80, llegaron y se instalaron hasta la actualidad los Hermanos Maristas, seguidores de San Marcelino Champagnat, que tiene entre otras cosas como eje fundamental la educación integral. Con su trabajo social, pastoral han aportado y sigue aportando muchas obras de trascendental importancia en los tiempos actuales en las comunidades marginales. Solo esperamos que el Estado, los hombres de hoy, no acusen de antipatrias, revolucionarios ó guerrilleros, no les ponga fin a este avance y desarrollo social y comunitario.

En resumen, Hombres y Mujeres que estuvieron construyendo historia entre los wichí, han sido ejecutados, ajusticiados, calumniados, maltratados acusados hasta llevados a la cárcel y, todo porque ayudaron al Pueblo Wichí.,

Hoy hablamos de justicia social, reivindicación y reparación  histórica en memoria de los hombres y mujeres, comunidades y Pueblos Originarios desaparecidos, pero tambien blancos que han dado su vida por una causa justa.
Hablamos de la historia de genocidio. De la historia de Napalpí, Paraje Rincón Bomba, pero hoy hablaremos de la matanza en Misión Nueva Pompeya y de los caídos no aborígenes que dieron su vida por los Pueblos Originarios. La historia de nuestro país, durante distintos gobiernos de distintos partidos en distintas épocas.
Se acerca el 12 de octubre, el 11 de octubre.  Y;  ¿será una oportunidad para la paz y bien, vivencia y convivencia,  multiculturalidad y multilingüismo?

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