Misión Nueva Pompeya, 24 de noviembre de 2011.
El Movimiento Wichí, Por la Dignidad, Justicia Y Paz, se dirige al Sr. Gobernador, CPN J. M. Capitanich Superior Gobierno del Provincia del Chaco para implorar políticas de salvaguardas para comunidades wichí del impenetrable. No hacerlo abriría así las puertas de la impunidad para la vulneración de los derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas.
El Movimiento Wichí, esta integrado por Wichí, hombres y mujeres wichí, que luchan por la DIGNIDAD, JUSTICIA Y PAZ. Independientes y voluntarios por libertad e independencia del Pueblo Wichí del Chaco.
Las salvaguardas son normas esenciales en materia ambiental y social, reivindicatorias al momento de definir políticas para el sector y al momento de otorgar financiamiento a determinados proyectos. Desde su creación, el Movimiento Wichí, Por la Dignidad, Justicia y Paz, tiene su origen en momentos de la peor crisis social, de discriminación y racismo, de genocidio silencioso. Su compromiso es la defensa y promoción del ejercicio de derechos de los pueblos indígenas reconocidos. En este ejercicio de derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas, entre otros, se sustenta nuestro rechazo a todo proyecto de eliminación social selectiva y extractiva, de infraestructura y norma legal o administrativa que los vulnere.
Día a día nuestro pueblo wichí, sufre la vulneración de derechos esenciales. El Gobierno del Chaco se presta a ser cómplice de esta permanente vulneración de derechos por indiferencia e inacción. De persistir esta actitud, no solo violentaría sus propias normas sino que además daría cheques en blanco a intereses mezquinos, de personas y personajes de la militancia con la bandera de la “lealtad” que motorizan las aplicaciones de los proyectos y dan todo tipo de respaldo político, policial y judicial a las inversiones principalmente de exclusión social indígena, selectivas, extractivas y de megaproyectos de infraestructura, pero nunca la participación real y efectiva de los wichí.
Los pueblos indígenas y sus organizaciones no olvidamos que el Gobernador Capitanich fue uno de los mayores promotores de los cambios políticos e institucionales que se realizaron. Tampoco hizo una serie de consultas a las comunidades sobre sus políticas de salvaguarda que luego nunca se aplicó eficientemente. En la práctica, financia proyectos de notorio impacto en las poblaciones y en el medio ambiente. No supervisa, no investiga ni resuelve casos y situaciones que afectan derechos de las comunidades Wichí de la zona. Tampoco avalamos el manejo y des manejo de algunos de sus funcionarios de las distintas áreas estropeando los derechos de los pueblos y comunidades originarias del impenetrable chaqueño.
Este es un tema de ejercicio de derechos, y la vulneración de los mismos es la principal causa de los problemas sociales en la zona y consecuente criminalización de los reclamos, las protestas y manifestaciones. Son derechos reconocidos constitucionalmente, por instrumentos internacionales como la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas y el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de la Organización Internacional del Trabajo, entre otros, además de una vasta jurisprudencia, principalmente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.
Porque los derechos no se demandan sino que se ejercen, exigimos que desde el Superior Gobierno de la Provincia del Chaco tengan directrices vinculantes con las demandas y concordancia con tratados nacionales e internacionales de derechos humanos, sus avances y la jurisprudencia sobre ellos. Las salvaguardas deben ser obligatorias para todas las instituciones, ministerios y para todo tipo de políticas e inversiones. Se sugiere crearse organismos especiales e interministeriales con miembros representantes de las comunidades wichí para las garantías necesarias de cumplimiento, también juzgar y sancionar su incumplimiento.
Las comunidades wichí del impenetrable sufrimos sobreprecios de los alimentos básicos, la falta de agua potable, la sequía nos afecta de sobremanera, no tenemos luz ni electrificación rural, viviendas dignas, poco y limitado acceso a planes, beneficios sociales, subsidios y políticas de desarrollo sustentables y sostenibles. No tenemos posibilidades de dialogar con funcionarios de distintos ministerios para puntualizar políticas de desarrollo y mejoramiento productivos, entre otros. Estamos ante una realidad de limitadas oportunidades y posibilidades. “No hay nada si no reclamamos, si reclamamos, no hay nada porque reclamamos”.
No se hagan responsables de la violación de derechos humanos y del surgimiento de nuevos conflictos sociales.
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