domingo, 14 de febrero de 2010

Nuestro insólito y complejo universo

Misión Nueva Pompeya, 15 de febrero de 2010. NUESTRO INSÓLITO Y COMPLEJO UNIVERSO
El Relato se dio de la siguiente manera:
“…en horas de la tarde y noche, varias personas de la etnia wichí manifestaron que debido a problemas de salud habían ido al Hospital donde los enfermeros de turno respectivamente le dijeron que en el Hospital no había jeringas ni medicamentos”.
“Ante esta información, el Coordinador de la Mesa Trabajo y Gestión Comunitaria Wichí en el marco del Movimiento Wichí, Por la Dignidad, Justicia y Paz, personalmente concurrió al hospital y se entrevistó con el enfermero de turno (Sr Romero) a quien el dicente le preguntó si era verdad que no había jeringas ni medicamentos, a lo que respondió que efectivamente no había jeringas, solo le habían dejado tres (3) jeringas en el momento de hacerse cargo de la guardia”.
Por todo, es que desde el Movimiento Wichí, tomado conocimiento de esta situación se iniciaron acciones de rigor a cargo del Coordinador de la Mesa Trabajo y Gestión Comunitaria Wichí en el marco del Movimiento Wichí, Por la Dignidad, Justicia y Paz determinándose efectivamente horas más tarde la existencia de jeringas y medicamentos y parte guardados en depósito de la farmacia del Hospital local.
Pero para todo, hubo todo un procedimiento, desde averiguaciones e incluso Exposiciones policiales tanto desde la Mesa Trabajo y Gestión Comunitaria Wichí en el marco del Movimiento Wichí, Por la Dignidad, Justicia y Paz, como de Personal de Zona Sanitaria VII, y todo de manera innecesaria si hubieran los Directivo del Hospital obrado de otra manera y no complicar aún más a pobladores del sufrido Pueblo del impenetrable.
En efecto, se procedió a Exposiciones Policiales, se solicito intervención policial como también se solicito intervención a Personal de Zona Sanitaria VII (Sr. M. G.), iniciando procedimientos necesarios hasta determinar real situación a raíz de los planteos de la comunidad en relación a existencia de medicamentos.
De allí el relato continúa.
Esta situación fue comunicada a Zona Sanitaria VII, a cargo del Dr. J. B. Miño, con la ausencia del Director de Zona procede el responsable a cargo de la institución (M. G), quien informado de la situación, expone documentación respaldando sus dichos de que desde Zona VII se ha enviado jeringas, medicamentos al hospital como es debido.
Ante esta situación, a solicitud de parte interesada, se le solicitó colaboración para resolver la situación planteada, quien accedió amablemente, que a su vez se dirigen a la Comisaría local, para que tome intervención de los hechos relatados aquí y a los fines de establecer veracidad de los dichos.
Sigue el relato: “…acompañados por personal policial y Personal de Zona VII nos dirigimos al Hospital nuevamente. Allí nos atendió el Dr Martina, quien consultado de la situación manifiesta que no tiene jeringas ni medicamentos suficientes en la guardia. Consultado también sobre las razones de la falta de jeringas y medicamentos contestó aduciendo que no tiene “nada que ver, ni explicar”, que el responsable es el Director del Hospital, el Dr. Menéndez. Ante la insistencia que estando él (Dr. Martina) de guardia, puede advertir al Director del Hospital, ó a quien corresponda, para que no faltaren jeringas ni medicamentos ante cualquier eventualidad ó urgencia por que la atención se brinda a importante sector territorialmente, a lo que contesta como dando fin a las conversaciones que se “consulte al Director, Dr. Menéndez”.
Ante esta situación, se procedió a consultar al Director del Hospital, El Dr. Menéndez, con la ayuda de algunos voluntarios y colaboración policial, pero que no se encontraba en su domicilio desconociendo su ubicación.
Aún así, se le solicitó al Personal de Zona VII presentes para que de alguna forma se provean de jeringas y medicamentos al Hospital, que accedieron haciendo un llamado a la responsable de la Farmacia (Sra. Ema), quien se encontraba en su domicilio. Quien de manera rápida se presenta en el Hospital con las llaves de la farmacia y procedió a abrir la Farmacia del Hospital. De acuerdo a datos obtenidos de la Policía local presentes, efectivamente había jeringas y medicamentos suficientes en la Farmacia del Hospital.
Durante el día, era comentario del pueblo, que llega a los Parajes, que en el Hospital no había jeringas ni medicamentos, que el Gobierno no manda. Incluso un médico salió a dar aviso por una emisora radial, FM local, afirmando y confirmando la falta de medicamentos, insumos y demás elementos, como así el estado de las ambulancias que dispone el Hospital. Se llegó a pedir a los humildes, de escasos recursos, con algunas afecciones, dolencias, enfermos, que compraran jeringas, medicamentos.
En el Pueblo de Misión Nueva Pompeya, no hay Farmacias, para comprar algún tipo de medicamentos. Cuando en realidad sí había y en cantidad suficiente en la Farmacia del Hospital, guardados vaya uno a saber con qué finalidades, ó como diría después, el Director del Hospital “hay que administrar los recursos”, por que puede ser que se malgaste…”
Me pregunto, y nos preguntamos ¿Se puede poner límites, cupos, cuando se trata de salud y de la vida? Mientras la comunidad sigue como deshojando margaritas...

No se trata de juzgar, emitir juicios, ni calificar, simplemente destacar algo insólito, como insólito y complejo es nuestro universo.

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